El despertar de la consciencia

¿Qué es el despertar de la consciencia? 
 
podríamos definirlo como la llamada a nuestra luz interior, conocer la verdad sobre nosotros mismos, sobre nuestra alma y espíritu. Ésto es sencillamente algo maravilloso, porque cuanto más nos trabajemos a nosotros mismos, más en paz y en calma nos sentiremos; mejor sabremos manejar nuestras emociones y aprenderemos a cultivar nuestro cuerpo, mente y espíritu como una gran unidad que trabaja en equipo; dejaremos atrás el ego y las emociones de baja vibración, tales como la ira, el rencor, el odio, el coraje, la envidia... No quiere decir que no las vayamos a sentir, pues somos humanos pero de nosotros dependerá cómo manejar esos sentimientos; ya somos plenamente conscientes de qué sentimiento nos está embargando en ese preciso instante y con ayuda de la mente, mandaremos una orden mental para poder transmutarlos y envolverlos con amor para que se vayan disipando y así volver al estado de calma.

Pero para llegar a todo ésto hay un trabajo previo muy intenso, no es fácil porque la mente y el ego son la mayoría de las veces los protagonistas de nuestras vidas y eso es un problema. Hoy en día, estamos muy alejados de un estado de calma, alejados de nuestro camino y de nuestra alma. Debido al gran ruído de las ciudades, el estrés que nos provoca nuestro ritmo de vida, no tenemos ni un segundo para nosotros y mucho menos para nuestro espíritu. 

Gracias a dios, cada vez nos vamos dando más cuenta de que así no podemos seguir, que llevamos una vida en modo automático, llena de obligaciones y deberes, sin un momento de disfrute. Algunos trabajan mucho para tener más dinero y comprar más cosas materiales y otros trabajan mucho para poder llegar a fin de mes, en definitiva, ni los unos ni los otros son más felices. El dicho: "el dinero no da la felicidad, pero ayuda". Por supuesto que el dinero ayuda, siempre y cuando hagamos un buen uso y no nos olvidemos de lo esencial, el amor, la bondad, la generosidad, el agradecimiento... Son sentimientos de alta vibración, éstos son los que más nos ayudarán a estar en paz con nosotros mismos y con nuestra alma.

A veces, no escuchamos a nuestro corazón ni prestamos atención a nuestras emociones, de modo que se producen bloqueos en nuestros centros energéticos, es decir los chakras (ver Todo sobre los Chakras). Con el tiempo, si no liberamos esas emociones, lo más probable es que empiecen a manifestarse dolencias físicas o enfermedades. Ésto fue lo que me pasó a mí...

Hace unos tres años y medio, cuando aún vivía en Córdoba, un día me levanté con un dolorcillo en el brazo izquierdo, no le di importancia; pensaba que era de una mala postura al dormir, pero con los días se iba intensificando cada vez más. Imaginad si era terca que tardé dos meses en ir a un centro de fisioterapia que había muy cerquita de mi casa; después de un par de meses de rehabilitación nada funcionaba y seguía empeorando; el dolor cada vez era más insoportable y se ampliaba a todo el hombro y cuello. Justo nos pilló con la mudanza, pues nos veníamos a Andújar a vivir y a abrir nuestro propio negocio, empezaba una nueva etapa. Estábamos muy ilusionados, pero yo estaba hecha un trapo, todo éste trajín no hizo más que empeorar mi dolencia. Una vez instalada en Andújar fuí a un par de fisios muy buenos que me habían recomendado pero nada me ayudaba; fuí al traumatólogo y después de varias pruebas y radiografías, solo me dijeron que era una tendinitis del supraespinoso y que era crónico. Solución: no hacer tareas que impliquen mover o forzar el brazo y un montón de pastillas para el dolor. Lógicamente solo me las tomaba para dormir porque tenía una niña pequeña que me necesitaba, ¿cómo iba a estar todo el día drogada? después de un mes, vi que ésta no era la solución, pero ¿qué más podía hacer? ya me estaba afectando mucho psicológicamente, puesto que ya no solo era el brazo, prácticamente era un bloque desde la parte superior de la espalda hacia el cuello y ambos brazos. Me veía viviendo en una casa muy grande que se me venía encima, no podía levantar los brazos y me costaba un mundo hacer las tareas cotidianas como tender la ropa, fregar los platos o cocinar, ni siquiera podía coger a mi hija en brazos, todo esto me frustraba mucho y cada vez me agriaba más el carácter. Era raro el día que no me encerraba en mi habitación a llorar en silencio; pagaba mi mal humor con mi marido y mi hija de solo 2 años de edad, mi linda hija que no tenía culpa ninguna, estaba desesperada. Aunque mi marido era muy comprensivo conmigo y me ayudaba en todo lo que podía, no era justo para ninguno de los dos ni para nuestra hija, él también llevaba mucho para adelante con el nuevo negocio y no podía permitir que llegara a casa y además de tener que hacer las tareas que yo no había sido capaz de hacer se encontrara con una mujer triste y malhumorada. En el fondo sabía que si la cosa seguía así, podría acabar en divorcio. Aunque él nunca dio muestras de ésto, era un miedo que me consumía poco a poco. Todo este cúmulo de sensaciones y de circunstancias, me llevó a buscar algún tipo de terapia alternativa... se me ocurrió buscar a alguien que diera sesiones de reiki, yo no sabía exactamente qué era pero mi cuñada había hecho hasta el nivel II y nos había dado alguna que otra sesión en momentos esporádicos, así que decidir buscar y así fue como di con mi terapeuta Virginia. Sus terapias eran de reflexología podal, combinadas con cristaloterapia y reiki, no tenía mucha confianza pero no perdía nada por probar. Sinceramente, fue la mejor decisión que pude tomar!!

Pronto empecé a notar mucha mejoría y mis terapias se iban espaciando en el tiempo. Además de mejorar muchísimo físicamente, también fui recuperando el control de mi vida, por el camino fui encontrándome sorpresas muy agradables, cada vez me encontraba más equilibrada emocional y psíquicamente. No lo podía creer, me encontraba feliz, aunque sabía que aún me quedaba mucho camino por recorrer, así que al poco tiempo Virginia me informó de un primer nivel de reiki que iban a impartir, sin pensármelo me apunté y a partir de ahí, mi vida fue un antes y un despues.

Así viví yo mi despertar de la consciencia. Qué curioso cómo la vida te va poniendo pruebas y en situaciones para que de alguna u otra forma llegues a donde tienes que llegar para por fin conectar con tu interior y encontrar tu camino. 

A lo largo de nuestra vida, se dan muchas señales, el universo nos habla constantemente pero no atendermos e ignoramos todo porque estamos acostumbrados a no creer, pensamos que son casualidades. El destino es incierto porque tenemos libre albedrío, pero nuestra alma ya viene con un plan de vida, y si nos desviamos del camino es cuando comenzamos a enfermar.

Espero que os haya gustado. Siempre escribo con el corazón y mi deseo es que os ayude de alguna u otra forma.

Sea cual sea el punto en el que os encontréis, me encantará leeros. Animaos a contar vuestrar experiencias.

Namasté.

Comentarios de esta entrada en mi antiguo blog

Responder 10.12.2018 15.18

Vanessa Monge

Cuanto me alegro del cambio tan bueno!! Que bueno escuchar que muchas cosas tienen solución cuando un@ quiere!! Que sigas así o aún mejor😍😍

10.12.2018 17.00

Mónica Medina

Muchísimas gracias bonita!!! 😍😍

Comentarios

Entradas populares de este blog

Limpieza y protección energética

Portal 3/3/3. Pide y se te dará

¿Cómo influyen las emociones negativas en nuestra salud?