Perdiendo el Norte

Buenassss, cuánto tiempo!!!! Como habréis notado ya llevo tiempo sin publicar nada, para ser exactos 3 meses, os aseguro que no ha sido por gusto. Han sido unos meses muy difíciles y complicados, he atravesado por un bache importante dentro del mundo espiritual, no me sentía capaz de escribir nada porque sentía que no sabía nada de nada, todo lo que me estaba ocurriendo me hacía sentir pequeña, llena de dudas, asustada y muy preocupada, especialmente por mi familia.

Todo comenzó el 16 de marzo de este año, a raíz de un taller de péndulo hebreo al que asistí. En la introducción la instructora nos aseguró que aquel taller nos cambiaría la vida, y tanto que me la cambió, pero no precisamente a mejor, al menos no durante el proceso, sin embargo ahora lo veo  desde otra perspectiva, pues me llevo un aprendizaje valiosísimo que me sirve para evolucionar y seguir ayudando a otros de una u otra manera, así que aquí estoy de nuevo con las pilas cargadas y llena de experiencias para seguir aportando a este blog,  que para ello lo comencé con tanta ilusión.
Con esto no pretendo decir que haya sido culpa del taller de péndulo hebreo, pues mucha gente lo hace y está encantada, de hecho este taller lo hice junto a mi gran amiga Bea y mi mayor apoyo quien me ha ayudado muchísimo a salir del bucle en el que me vi envuelta... Más adelante os hablaré del péndulo hebreo, a mi, a pesar de todo me enamoró, es una herramienta alucinante y muy completa, pero se ve que no es una herramienta con la que yo deba trabajar.
No voy a profundizar más en el tema, solo os diré que ahora soy mucho más sensitiva... Todo ello me vino muy grande, no estaba preparada, aunque hay cosas para las que nunca se está preparado, éste hecho provocó que perdiera mi centro, me desconecté de mi corazón, de mi esencia, de mi divinidad... En definitiva, como dice el título de ésta publicación, perdí el Norte! Por otro lado, haciendo referencia a la foto del post, de vez en cuando viene bien perder el Norte para afianzar tu camino y descubrir nuevas oportunidades, así me ha sucedido a mí... Ahora tengo una visión más clara de lo que quiero hacer, y estoy dispuesta a luchar por seguir mi voz interior.
Un beso muy fuerte. Que la luz de vuestra alma os guíe siempre!!